¿Conoces el concepto ‘agrupación de cajeros’ (o ATM pooling por su término en inglés)?
Es un modelo de organización bancaria en el que dos o más entidades se ponen de acuerdo para ceder la propiedad de su parque de cajeros a una compañía distinta, independiente de ellos, y que solo se ocupará de su operativa.
Muchos grandes bancos de toda Europa ya la practican, y es una alternativa ya establecida en los países nórdicos, para ofrecer acceso a efectivo.
En Suecia, cinco de las entidades más grandes (Danske Bank, Handelsbanken, Nordea, SEB and Swedbank) anunciaron en 2011 que estaban transfiriendo la propiedad de sus cajeros a una compañía distinta, Bankernas Automatbolag, que operaría los cajeros en su nombre.
Algo similar sucedió en Finlandia, pero mucho antes. Allí todos los cajeros bancarios han sido operados por una sola organización de outsourcing desde mediados de los años ’90.
Más reciente es el caso de Bélgica, donde las cuatro principales entidades se han unido para gestionar juntas una única red de cajeros automáticos bajo el nombre neutral Batopin, y cuyo despliegue estará completado para finales de 2025. Los bancos adheridos a este proyecto tienen por objetivo asegurar que el 95% de la población tenga acceso a un cajero a menos de 5km de su vivienda o de su lugar de trabajo.
En Países Bajos tambien están actualmente en proceso de transferir los cajeros de los tres principales bancos a la red Geldmaat para garantizar la disponibilidad y acceso al efectivo de todos sus clientes.
Estos ATM tendrán nombre neutral y, por norma general, estarán localizados en lugares distintos de las sucursales. Este es, de hecho, uno de los países menos dependientes de efectivo en Europa, lo que ha facilitado a los bancos holandeses alcanzar un acuerdo de agrupación. Es un ejemplo porque este modelo es, por razones obvias, más fácil de implementar en mercados pequeños y con un número limitado de proveedores de cajeros.
Recursos compartidos para mantener el negocio
La banca lleva tiempo pensando en la racionalización del parque de cajeros global, que cada vez es menos rentable y encuentra más competencia, sobre todo en zonas urbanas donde están muy juntos y compiten con otras compañías por un negocio que es limitado.
El informe Global ATM Market and Forecasts to 2025 de RBR muestra que ha habido un incremento en el interés sobre este concepto recientemente debido, también, al declive del uso de efectivo a causa de la pandemia y a la necesidad de los bancos de reducir costes y optimizar servicios.
Puesto que cada vez más pagos se hacen sin efectivo, los bancos están considerando la agrupación de sus recursos de cajeros para reducir el coste de ofrecer servicios de cash. Sin embargo, los acuerdos de agrupación entre bancos competidores son difíciles de alcanzar, especialmente en mercados grandes.
Este cambio de paradigma aporta grandes ventajas tanto para el banco como para el usuario. Para las entidades financieras, asegurar servicios de efectivo en lugares donde hay una demanda relativamente baja que podría llevar a una sucursal a no ser rentable.
Pero también reducción de costes y más oportunidades para comercializar su oferta, ya que pueden ofrecer muchos más servicios a través de los cajeros (que ahora son más modernos y avanzados). Y todo ello de una manera eficiente en recursos y en costes, garantizando la seguridad y con un nivel tecnológico más alto (protección frente a la obsolescencia tanto del hardware como del software).
En cuanto al usuario, la agrupación garantiza el acceso a una red más amplia y cercana. Además, les ofrece transacciones más rápidas y la posibilidad de utilizar las aplicaciones móviles en coordinación con el cajero, para sacar o transferir dinero utilizando su dispositivo móvil personal (más seguridad), sin contar otros nuevos servicios como pagos a terceros u otras transacciones que también podrían ser incorporadas.
Un modelo que se adapta a cada estrategia
La agrupación de cajeros puede ser llevada a cabo de distintas maneras dependiendo de la estrategia del banco. Puede implantarse para la simple retirada de efectivo, el depósito o incluso integrada, como decimos, con el canal móvil ofreciendo al usuario, para empezar, una experiencia mucho más sencilla.
En todo caso, las instituciones financieras deben aprovechar la agrupación de cajeros para revisar la presencia existente de las sucursales en el territorio y eventualmente adoptar un modelo de terminal autoservicio asistido (ASST). Los cajeros y, sobre todo, estos nuevos terminales, tienen el potencial de convertirse en plataformas para ofrecer un rango más amplio de servicios financieros y para incrementar el potencial del banco de obtener nuevos flujos de ingresos adicionales a la operativa habitual.
Todo ello les ayudará a acercarse a las nuevas y cambiantes necesidades y hábitos sociales: por ejemplo, con dispositivos dentro de centros comerciales o estaciones de tren o facilitando, mediante estos terminales, un servicio de videobanca que funcione 24/7, en un lugar accesible para el usuario y en el horario que mejor le convenga. En definitiva, la implantación del modelo de agrupación de cajeros creará un nuevo nivel de optimización y eficiencia en la infraestructura de la red.