Si bien el modelo arquitectónico de los ATMs contribuyó al desarrollo de la banca en tiempos pasados, en la actualidad puede complicar más las cosas que facilitarlas. Por ello es imperativo apostar por la modernización del sector con la adopción de nuevas tecnologías y por la integración con otros canales como el móvil y las agencias bancarias inteligentes.
En un mundo digital, el cajero automático del futuro tiene el potencial de ser fundamental, y de complementar, mejorar e incluso sustituir a las sucursales, ayudando a los bancos a los retos a los que se enfrentan para seguir proporcionando servicios financieros en un mundo cada vez más digital.
En Auriga somos conscientes de que la arquitectura tradicional de adquisición de cajeros automáticos necesita una actualización de la infraestructura para poder seguir siendo relevante en el contexto de una gama cada vez más amplia de plataformas digitales y más aún por el comportamiento cambiante del público.
La arquitectura básica de los cajeros automáticos, independientemente del fabricante del equipo original, lleva más de treinta años utilizándose, según el estándar XFS. En aquella época, el móvil, la automatización de los depósitos, las transacciones sin tarjeta, la encriptación avanzada apenas se tenían en cuenta.
Con la solución WinWebServer (WWS) buscamos optimizar las redes de cajeros ATMs, incluyendo sistemas avanzados para depósitos en efectivo, recicladores, terminales de autoservicio asistido, ITM (Interactive Teller Machines) y kioskos. Además, afrontamos el principal desafío de la industria como es la seguridad, a la vez que contribuimos a mejorar la experiencia del cliente de banca de autoservicio digital.
El enfoque modular de nuestra plataforma – distinguida con el Premio a la Innovación Peter Kulik de Atmia– contribuye a reducir el time-to-market para la automatización de las filiales y de todas las funcionalidades actualmente administradas dentro de las agencias bancarias.
Beneficios del modelo de integración
A diferencia del anterior, el actual modelo elimina los obstáculos creados por los protocolos estándar, impulsados por la empresa proveedora acabando así con la dependencia a la arquitectura heredada. Es decir, el hardware está aislado y el conjunto de software puede estructurarse de manera más lógica en una solución cliente-servidor integrada.
De esta manera, se despeja el camino para conectar el cajero automático y los dispositivos de autoservicio en general a otros servicios posteriores, como canales móviles, capas de procesamiento de transacciones ascendentes y servicios bancarios centrales.
Con esta tecnología de integración las instituciones financieras pueden implementar soluciones eficaces de automatización de sucursales y brindar experiencias relevantes y satisfactorias para sus usuarios. Otro punto a favor es que con estos avances es posible entregar funcionalidades más rápido y a menor costo, ya que permite enfocar su energía en los aspectos comerciales.
Otros aspectos positivos vinculados a esta innovación son: menor costo total de propiedad, mayor disponibilidad, capacidades de canales cruzados, así como un mantenimiento y gestión más eficientes del parque de cajeros automáticos.
En términos operativos, la nueva arquitectura aporta una mejor experiencia del cliente y personalización a través de un enfoque de productos modulares. Asimismo, otorga un tiempo de comercialización acelerado al tener un único punto de control y modificación del canal ATM sin necesidad de definir, publicar e implementar nuevas especificaciones para incorporar funcionalidades innovadoras.
Seguridad y monitoreo
Es prioritario que las organizaciones consideren -dentro de sus políticas de seguridad- el estado de los dispositivos y ser extremadamente estrictos cuando los cajeros automáticos están en producción (en servicio), ya que es cuando pueden ser físicamente accesibles para cualquier ciberdelincuente.
Para administrar adecuadamente las actividades de mantenimiento en el sitio, es fundamental que las soluciones de seguridad estén integradas con las herramientas de monitoreo/operaciones del cajero automático para que la protección rara vez se relaje y siempre se controle por completo. En otras palabras: toda la actividad debe ser monitoreada y los cambios en HW/SW necesitan ser detectados.
En resumen, la aceleración digital convertirá los cajeros automáticos del futuro en dispositivos fundamentales que más que complementar podrían llegar a mejorar e incluso reemplazar sucursales, ayudando a los bancos a cumplir desafíos que enfrentan en diversos ámbitos. Por ello, la revisión de la infraestructura será una gran tendencia pues -con las opciones adecuadas- las entidades podrán adaptarse a estas arquitecturas de integración y seguir marcando la agenda ellos mismos en el camino hacia su modernización.